Ok. Lo admito. Me gusta Soda Stereo, aunque nisiquiera haya nacido cuando la banda se formó, pero es que me es imposible no recordar mi infancia entre las canciones de ellos más las de Los Prisioneros y The Guns N' Roses. Todo es 100% culpa de mis treinteañeros padres, en esa época.
Cuando Soda Stereo anunció su separación, todos en mi familia deséabamos ir al concierto de despedida, pero no pudimos, en esa época viajar desde Antofagasta a Santiago era más caro de lo que es ahora. Eran demasiados gastos para sólo ir a un concierto.
Recuerdo haber visto junto a mi hermana, Ale, la primera vez que mostraban el último concierto en Buenos Aires, por MTV. Coréabamos 'Música ligera' sentadas en la cama, cuando se despiden y Cerati pronuncia: "No solo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo alrededor desde el comienzo; algunos siguen hasta hoy. ¡Gracias, totales!" Estáticas, sólo atinámos a comentar lo genial que debió haber sido estar allí, el momento que nos perdimos por ser tan chicas, por vivir tan lejos, y en la genial banda que jamás tendríamos la oportunidad de volver a ver.
Diez años después, recibo una llamada. "¡Jo! ¡Adivina qué! ¡Soda Stereo volvió! ¡Se reunieron y van a dar un concierto! ¡Tenemos que ir a verlos! ¡Viajo a Santiago, me quedo contigo y vamos juntas!", me explica mi hiperventilada hermana en un lapso de cinco segundos. "¡Ale, bakán! ¡Jamás me lo imaginé! ¡La raja!", fueron las cosas que atiné a decir. Soda volvería y ahora podríamos ir a verlos. Todo parecía genial, excepto el precio de la entrada.
Nuevamente, eran muchos gastos. Había que comprar las entradas rápido, antes que se agotaran las más baratas. No podíamos juntar el dinero para las entradas en un par de días. Además, había que pensar en pasaje de avión para mi hermana. Quedaríamos muy apretadas, en cuanto a dinero. Era demasiado. Finalmente, Ale me dijo que mejor no iría. Y yo, le dije que sin ella no pensaba ir a ver a Soda Stereo. No sería justo.
Octubre llegó y vi uno de los mejores conciertos de mi vida, Incubus en el Arena Santiago. La entrada me salió bastante barata y el bolsillo no me dolió. Vi una excelente banda californiana, que en vivo suena increíblemente, que me encanta y que, quizás, no volveré a ver.
¿Y Soda? Soda será para la próxima. Si hace diez años pensé que jamás los volvería a ver y que no se volverían a juntar, puede que dentro de veinte vuelva a pasar lo mismo, cuando les dé ganas de juntar un poco más de plata. Sólo espero que para esa vez yo tenga el suficiente poder adquisitivo o que rebajen las entradas. Si lo segundo sucediese, ellos se merecerían un "¡Gracias, totales!"
jueves, 8 de noviembre de 2007
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Reporteo feria del libro (re subida)
Lanzamiento de "Los Fusileros" en la 27 Feria Internacional del Libro de Santiago
El programa cultural, del evento que se lleva a cabo en la estación Mapocho desde el 23 de octubre al 4 de noviembre, presenta la posibilidad al público de asistir a espectáculos, charlas, conferencias y presentaciones de libros como, “Los Fusileros, crónicas secretas de una guerrilla en Chile", del escritor y periodista chileno, Cristóbal Peña.
Son las seis de la tarde. El calor se intensifica en la alargada sala Camilo Mori. Todas las ventanas están cerradas. Al fondo del lugar, delante de un pendón blanco, se encuentra sentado Cristóbal Peña, autor de "Los Fusileros" y "Cecilia, la vida en llamas." A su lado estan, Germán Marín, editor del libro, Nibaldo Mosciatti, periodista de la revista Análisis en la época del régimen militar y Mónica González, reportera de las desaparecidas revistas APSI y Cauce.
El libro de Peña se centra en los 21 fusileros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que atentaron contra Augusto Pinochet, el 7 de septiembre de 1986. Las armas utilizadas fueron rifles, granadas y dos cohetes LOW, en contra de los seis vehículos que venían en la caravana.
Cristóbal expone que jamás tomó la decisión de pasar de periodista a escritor. “Se fue dando con el tiempo”, expresa. Igualmente, añade que el libro se inició como un reportaje y que su motivación principal fue saber como habían evolucionado los hechos después de 20 años.
Los relatos del escritor y sus acompañantes se vuelven inaudibles debido a las risas y juegos de los niños presentes, entre ellos los hijos del escritor. Cristóbal no se abruma y continúa. “Aproveché el paso del tiempo para interrogar a los protagonistas, ya que pasó un tiempo prudente y así pueden hablar de una forma más honesta, más distante de los hechos”, dice.
De pronto, una persona del público se pone de pie y cuestiona la utilización de armamento estadounidense por parte de los fusileros y el fallo del atentado. Peña le explica que los fusileros no deseaban ser anexados al partido comunista, por lo cual decidieron utilizar ese tipo de armamento, en vez del de la Unión Soviética.
Un silencio invade la sala. “¿No hay más preguntas?”, consulta Cristóbal. La presentación finaliza. El público aplaude. Peña baja al puesto de la Editorial Random House a firmar autógrafos, seguido por el público.
El programa cultural, del evento que se lleva a cabo en la estación Mapocho desde el 23 de octubre al 4 de noviembre, presenta la posibilidad al público de asistir a espectáculos, charlas, conferencias y presentaciones de libros como, “Los Fusileros, crónicas secretas de una guerrilla en Chile", del escritor y periodista chileno, Cristóbal Peña.
Son las seis de la tarde. El calor se intensifica en la alargada sala Camilo Mori. Todas las ventanas están cerradas. Al fondo del lugar, delante de un pendón blanco, se encuentra sentado Cristóbal Peña, autor de "Los Fusileros" y "Cecilia, la vida en llamas." A su lado estan, Germán Marín, editor del libro, Nibaldo Mosciatti, periodista de la revista Análisis en la época del régimen militar y Mónica González, reportera de las desaparecidas revistas APSI y Cauce.
El libro de Peña se centra en los 21 fusileros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que atentaron contra Augusto Pinochet, el 7 de septiembre de 1986. Las armas utilizadas fueron rifles, granadas y dos cohetes LOW, en contra de los seis vehículos que venían en la caravana.
Cristóbal expone que jamás tomó la decisión de pasar de periodista a escritor. “Se fue dando con el tiempo”, expresa. Igualmente, añade que el libro se inició como un reportaje y que su motivación principal fue saber como habían evolucionado los hechos después de 20 años.
Los relatos del escritor y sus acompañantes se vuelven inaudibles debido a las risas y juegos de los niños presentes, entre ellos los hijos del escritor. Cristóbal no se abruma y continúa. “Aproveché el paso del tiempo para interrogar a los protagonistas, ya que pasó un tiempo prudente y así pueden hablar de una forma más honesta, más distante de los hechos”, dice.
De pronto, una persona del público se pone de pie y cuestiona la utilización de armamento estadounidense por parte de los fusileros y el fallo del atentado. Peña le explica que los fusileros no deseaban ser anexados al partido comunista, por lo cual decidieron utilizar ese tipo de armamento, en vez del de la Unión Soviética.
Un silencio invade la sala. “¿No hay más preguntas?”, consulta Cristóbal. La presentación finaliza. El público aplaude. Peña baja al puesto de la Editorial Random House a firmar autógrafos, seguido por el público.
jueves, 1 de noviembre de 2007
Reporteo feria del libro
Lanzamiento de "Los Fusileros" en la 27 Feria Internacional del Libro de Santiago
El programa cultural, del evento que se lleva a cabo en la estación Mapocho desde el 23 de octubre al 4 de noviembre, presenta la posibilidad al público de asistir a espectáculos, charlas, conferencias y presentaciones de libros como, “Los Fusileros, crónicas secretas de una guerrilla en Chile", del escritor y periodista chileno, Cristóbal Peña.
Son las seis de la tarde. El calor se intensifica en la alargada sala Camilo Mori. Todas las ventanas están cerradas. Al fondo del lugar, delante de un pendón blanco, se encuentra sentado Cristóbal Peña, autor de "Los Fusileros" y "Cecilia, la vida en llamas." A su lado estan, Germán Marín, editor del libro, Nibaldo Mosciatti, periodista de la revista Análisis en la época del régimen militar y Mónica González, reportera de las desaparecidas revistas APSI y Cauce.
El libro de Peña se centra en los 21 fusileros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que atentaron contra Augusto Pinochet, el 7 de septiembre de 1986. Las armas utilizadas fueron rifles, granadas y dos cohetes LOW, en contra de los seis vehículos que venían en la caravana.
Cristóbal expone que jamás tomó la decisión de pasar de periodista a escritor. “Se fue dando con el tiempo”, expresa. Igualmente, añade que el libro se inició como un reportaje y que su motivación principal fue saber como habían evolucionado los hechos después de 20 años.
Los relatos del escritor y sus acompañantes se vuelven inaudibles debido a las risas y juegos de los niños presentes, entre ellos los hijos del escritor. Cristóbal no se abruma y continúa. “Aproveché el paso del tiempo para interrogar a los protagonistas, ya que pasó un tiempo prudente y así pueden hablar de una forma más honesta, más distante de los hechos”, dice.
De pronto, una persona del público se pone de pie y cuestiona la utilización de armamento estadounidense por parte de los fusileros y el fallo del atentado. Peña le explica que los fusileros no deseaban ser anexados al partido comunista, por lo cual decidieron utilizar ese tipo de armamento, en vez del de la Unión Soviética.
Un silencio invade la sala. “¿No hay más preguntas?”, consulta Cristóbal. La presentación finaliza. El público aplaude. Peña baja al puesto de la Editorial Random House a firmar autógrafos, seguido por el público.
El programa cultural, del evento que se lleva a cabo en la estación Mapocho desde el 23 de octubre al 4 de noviembre, presenta la posibilidad al público de asistir a espectáculos, charlas, conferencias y presentaciones de libros como, “Los Fusileros, crónicas secretas de una guerrilla en Chile", del escritor y periodista chileno, Cristóbal Peña.
Son las seis de la tarde. El calor se intensifica en la alargada sala Camilo Mori. Todas las ventanas están cerradas. Al fondo del lugar, delante de un pendón blanco, se encuentra sentado Cristóbal Peña, autor de "Los Fusileros" y "Cecilia, la vida en llamas." A su lado estan, Germán Marín, editor del libro, Nibaldo Mosciatti, periodista de la revista Análisis en la época del régimen militar y Mónica González, reportera de las desaparecidas revistas APSI y Cauce.
El libro de Peña se centra en los 21 fusileros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que atentaron contra Augusto Pinochet, el 7 de septiembre de 1986. Las armas utilizadas fueron rifles, granadas y dos cohetes LOW, en contra de los seis vehículos que venían en la caravana.
Cristóbal expone que jamás tomó la decisión de pasar de periodista a escritor. “Se fue dando con el tiempo”, expresa. Igualmente, añade que el libro se inició como un reportaje y que su motivación principal fue saber como habían evolucionado los hechos después de 20 años.
Los relatos del escritor y sus acompañantes se vuelven inaudibles debido a las risas y juegos de los niños presentes, entre ellos los hijos del escritor. Cristóbal no se abruma y continúa. “Aproveché el paso del tiempo para interrogar a los protagonistas, ya que pasó un tiempo prudente y así pueden hablar de una forma más honesta, más distante de los hechos”, dice.
De pronto, una persona del público se pone de pie y cuestiona la utilización de armamento estadounidense por parte de los fusileros y el fallo del atentado. Peña le explica que los fusileros no deseaban ser anexados al partido comunista, por lo cual decidieron utilizar ese tipo de armamento, en vez del de la Unión Soviética.
Un silencio invade la sala. “¿No hay más preguntas?”, consulta Cristóbal. La presentación finaliza. El público aplaude. Peña baja al puesto de la Editorial Random House a firmar autógrafos, seguido por el público.
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